Una de las cuestiones olvidadas o invisibilizadas en esto de la participación ciudadana es la de las condiciones materiales que proveen de posibilidades de participación (sobre todo cuando buscamos formas de participación más intensas, cualitativas y corresponsables). Estas condiciones dependen del tipo de procesos y de la tipología de agentes participantes (y en la diversidad de tipologías hay que buscar la equidad entre las condiciones para no generar asimetrías).

Creo que esta variable es muy importante pero que no se suele tener en cuenta, por ejemplo porque afecta a los recursos (encarece) y afecta a la gestión (complejiza). Pero además porque abre melones que afectan al paradigma dominante sobre en quiénes y para qué se destinan recursos (y en quiénes y para qué no) y sobre la gobernanza de esta cuestión (quién toma las decisiones sobre ello).

Pero la cuestión es que no solo no se participa por falta de cultura democrática (de la ciudadanía en general, pero también del propio marco institucional que en muchos casos sigue viviendo la participación como una obligación impuesta en lugar de como una necesidad generativa); o por poca confianza en los procesos y en quienes convocan; o por habernos quemado en procesos…  También sucede que mucha gente no participa por inviabilidad, por falta de condiciones para hacerlo y para sostenerlo.

Cuando veo los retratos de las personas arquetípicas que han salido del primer taller, pienso sobre cuales son sus condiciones para acceder a una participación cualitativa. ¿Se están teniendo en cuenta estas condiciones? ¿Varían estas condiciones según los perfiles y roles de las participantes? ¿Hasta donde llega la participación voluntaria-voluntarista? ¿Cuáles son los costes de oportunidad que determinan si participar o no? ¿Si no se dan esas condiciones mínimas (unido a un sistema de incentivos), no corremos el riesgo de que se activen otros intereses para posibilitar-rentabilizar la participación? ¿Se están considerando estas condiciones como parte del sistema (y su diseño) o se están dejando en manos de las propias personas? ¿Es un problema común o individual?

Y esto que podemos pensar así en general o para los arquetipos con los que trabajaremos en la segunda sesión de co-diseño, también podríamos pensarlo para estas propias comunidades en torno al HazLab o por ejemplo, para la participación en una jornada presencial en Madrid coincidiendo con la Semana del Gobierno Abierto. No es lo mismo para quien vive en Madrid o en Vigo; para quien acudir a esa reunión es parte de su jornada y sus funciones laborales o ese día tiene que “dejar de trabajar”; para quien solo acude o quien también va a tener que preparar su intervención en la jornada. No es lo mismo.